lunes, 23 de febrero de 2009

♥ De regreso, pensando en tí.



Estoy aquí, en medio del frío, en mi última madrugada antes de regresar, desafiando el insomnio que me provoca pensar en ti y he decidido escribir porque los sentimientos me asfixian y no me dejan vivir. Si, es para ti esta carta, no estás leyendo nada que no te pertenezca pues cada letra, cada signo y cada suspiro detrás de estos garabatos a los que llaman escritura, son todos tuyos. Tú, dueña y señora de mis sueños, eres una ladrona que me robó todo.
Esta, sin embargo, no es una carta para decirte cuanto te amo con todas esas palabras pomposas y rebuscadas que podría yo escribir. Tampoco son letras que pudieran inspirar alguna novela o historia de amor de esas que a todos nos parecen cursi pero que en el fondo anhelamos vivir. Esta es solo una carta que te hablará de mí de la manera más simple y honesta que conozco.
Quien escribe no es el hombre que seguirá tus pasos, porque así lo has decidido, quien te escribe es tan solo un hombre, que escucha al corazón y va ciego por la vida creyendo que el amor es cosa de locos y es mejor desquiciarse para vivirlo plenamente.
Detrás de estas letras hay alguien que quisiera decirte tantas cosas bellas y que tiene la garganta atada con un nudo que no permite que las palabras vuelen y se posen en tus oídos. Un nudo que pone mis pies en la tierra cuando de repente abro mis alas para lanzarme al abismo.
Extraño amor el mío, sin entrega, sin desatino, sin esperanzas de un día hacerte solo mía, mas es un amor sincero de esos que quizás tu nunca hayas tenido, de esos que no conoces y que jamás has vivido, de esos que espera siempre el final del invierno para florecer silvestre por los campos de la vida. Amor que ha nacido sin permiso de lo profundo de mis entrañas, que llena los espacios de mi cuerpo y se desborda cada vez que oigo tu voz.
Esta no es una carta para decirte cuanto te amo, es una carta para que sepas que en alguna parte del universo un ser ríe y llora, vive y muere por ti, por tu cariño, por tu abrazo tibio, por el amor que un día desearía que fuera mio.

1 comentario:

  1. Solo puedo decirte que todos los inviernos... terminan, dejando paso a una floreciente primavera! Es cuestión de tiempo.
    Un besazo
    Yedra

    ResponderEliminar